Módulo 2 TEMA 1
EL SUBRAYADO
Subrayar un texto antes de comenzar a memorizar, es el primer paso de
las técnicas de estudio activo.
Objetivo del subrayado:
DESTACAR LAS IDEAS BÁSICAS PARA DESPUÉS SER
CAPAZ DE MEMORIZAR TODO EL TEXTO
Esto requiere:
- Comprender el texto: que
se entienda el vocabulario, y si no es así, se buscarán en el diccionario las
palabras cuyo significado se desconozca.
- Que la lectura sea buena,
tanto en comprensión como en velocidad. Hay una manera de mejorar la lectura:
LEYENDO.
- Utilizar
ciertas técnicas de subrayado: lápices de colores, hacer
anotaciones al margen del texto, plantearse dudas según se va leyendo para
luego darle respuesta...
El subrayado va a suponer economía de tiempo y apoyo al aprendizaje:
- Economía
de tiempo:
§ Estudias
más concentrado.
§ Rapidez
en el repaso.
§ Ayuda
a la memorización.
§ Facilita
el estudio.
- Apoyo
al aprendizaje:
§ Te
habitúa a analizar.
§ Te
ayuda a captar la idea principal.
§ Te
facilita el establecer relaciones.
§ Favorece
la organización de las ideas.
§ Facilita
la comprensión.
§ Desarrolla
la capacidad de síntesis.
TIPOS DE SUBRAYADO
El subrayado es personal: cada uno, además de
tener su código, encuentra unas ideas o aspectos a destacar cuando estudia. En
general, se suelen utilizar los siguientes tipos de subrayado:
- Lineal: utiliza
líneas de cualquier tipo para captar información de un “vistazo” y facilitar su
localización en el texto (una línea para la idea principal y dos líneas para la
palabra clave; un círculo para resaltar las fechas, rectángulos para los
nombres, etc.). También suelen utilizarse lápices de colores, cambiando el
color según la importancia del párrafo.
- Estructural: algunos
textos vienen perfectamente estructurados, señalando el tema del cual trata,
los apartados que tiene, destacando en letra negrita los diferentes puntos o
aspectos, etc.; pero otros muchos, no.
El subrayado estructural consiste en ir
haciendo anotaciones al margen del texto para darle una estructura al mismo.
- De
realce: consiste en ir destacando al margen del texto las dudas que
surgen, los comentarios que nos sugiere, aspectos a aclarar, etc.
Lo normal es utilizar a la vez los tres tipos
de subrayado.
CÓMO SUBRAYAR UN TEXTO
1. Fíjate
en el título de la lectura: a veces nos indica todo el contenido
del tema.
2. Haz
una primera lectura del tema para enterarte de qué se trata,
qué apartados tiene, cómo se relaciona ese tema con los anteriores, etc.
3. Mira
los dibujos, fotografías o esquemas; no están sólo de adorno, sino
que te pueden aclarar muchos aspectos del contenido.
4. Haz una
segunda lectura pausada. Busca y subraya la idea principal del texto.
5. Resalta
la palabra clave de la idea principal.
6. Subraya de
distintas formas las ideas secundarias y los detalles
importantes.
7. Usa
los márgenes para anotar comentarios, dudas o aclaraciones que
necesites sobre las ideas expresadas.
- Comprueba
que leyendo sólo lo subrayado, le encuentras sentido al texto.
QUÉ ES SUBRAYAR
Es destacar mediante un trazo (líneas, rayas
u otras señales) las frases esenciales y palabras claves de un texto.
Para
recordar. Nuestro principal objetivo es subrayar
aquellos elementos que nos ayuden a recordar el contenido del tema. Punto. Para
nada más.
¿QUÉ DEBEMOS SUBRAYAR?
La
idea principal, que puede estar al principio, en medio o al final de un
párrafo. Hay que buscar ideas.
Palabras técnicas o específicas del tema que
estamos estudiando y algún dato relevante que permita una mejor comprensión.
Para
comprobar que hemos subrayado correctamente podemos hacernos preguntas sobre el
contenido y, si las respuestas están contenidas en las palabras subrayadas
entonces, el subrayado estará bien hecho.
Vamos a subrayar aquellos elementos que nos
aportan más información sobre el tema del texto y que nos facilitan el
recuerdo.
- Conceptos. Los
conceptos son reglas o conjuntos de reglas para
clasificar algo. Suelen aparecer en los títulos de los párrafos si son
textos bien estructurados.
- Sustantivos. Aquellos específicos
y tangibles en la medida de lo posible. Los mejores son aquellos
que nos permiten crearnos una imagen mental.
- Verbos
específicos. También son los que nos permiten
generar una imagen mental parecida en diferentes
contextos. Por ejemplo si pensamos en “nadar” es muy posible que nos venga
a la mente una misma imagen o imagen parecida independientemente de si nos
encontramos en casa, en clase, en el trabajo o de vacaciones. Sin embargo
si pensamos en el verbo “sugerir” las imágenes que no pueden llegar pueden
ser muy distintas en diferentes situaciones ya que el verbo “sugerir” se
puede interpretar de muchas maneras dependiendo del contexto
¿CÓMO SE DEBE SUBRAYAR?
Mejor
con lápiz que con bolígrafo. Sólo los libros propios.
Utilizar lápices de colores. Un color para
destacar las ideas principales y otro distinto para las ideas secundarias.
Sí
utilizamos un lápiz de un único color podemos diferenciar el subrayado con
distintos tipos de líneas.
¿CUÁNDO SE DEBE SUBRAYAR?
Nunca
en la primera lectura, porque podríamos subrayar frases o palabras que no expresen el contenido del tema.
Las personas
que están muy entrenadas en lectura comprensiva deberán hacerlo en la segunda
lectura. Las personas menos entrenadas en una tercera lectura. Cuando conocemos el significado de todas las
palabras en sí mismas y en el contexto en que se encuentran expresadas. Con el
subrayado, aplicado como técnica de estudio o
para dar énfasis a ciertas partes de un texto, se establece una jerarquización de ideas útiles para resaltar lo más
importante, a fin de que el lector centre la atención en las palabras claves o
partes del texto más importantes.
Para utilizar el subrayado como una fase del
proceso de estudio de un texto, los autores exponen diferentes reglas
o recomendaciones, como las siguientes:
- Solo
se comenzará a subrayar tras una primera lectura general del texto y una
vez que este se ha entendido. Es un error muy común del estudiante
comenzar a subrayar en la primera lectura.
- Es
conveniente ir subrayando párrafo a párrafo. Primero se lee el párrafo y a
continuación se subraya la idea principal.
- Se
subrayan únicamente palabras clave y
no frases enteras.
- Se
pueden utilizar un par de colores, uno de ellos para destacar lo más
relevante.
- El
subrayado no debe limitarse a la línea, sino que puede incluir otros tipos
de señales: flechas para relacionar ideas, diagramas, pequeños esquemas,
signos de interrogación, llamadas de atención, otros símbolos (palomas,
asteriscos), etc. Es decir, todo aquello que sirva para llamar la
atención.
- Lo
más conveniente es resaltar lo más específico.
- En
ocasiones, leer textos subrayados previamente por otros lectores puede
ayudar, pero también puede resultar contraproducente: lo que es relevante
para una persona quizá no lo sea para otra: según un estudio sobre el
subrayado, un texto subrayado de un modo "inadecuado" puede
incrementar la dificultad para la comprensión de la lectura,
comparado incluso con un texto sin subrayar.
Anexo ¿Que significa
"leer"?
Según el
Diccionario de la Real Academia Española leer significa... Pasar la vista por
lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres
empleados.
La lectura es una
actividad absolutamente humana que nos permite, gracias a su realización y
puesta en práctica, por ejemplo y entre otras cosas, interpretar una poesía, un
cuento, una novela (eso en cuanto a lo estrictamente literario), pero también a
la lectura le debemos la posibilidad de interpretar señas, movimientos del
cuerpo, dar o recibir enseñanza.
Una lectura
comprensiva es aquella por la cual se interpreta la totalidad de los contenidos
del texto. Esta definición, a simple vista un poco básica, es la esencia
del éxito de todo método de lectura y
una de las razones fundamentales por la que no todos obtenemos el mismo rendimiento
en nuestro proceso de aprendizaje.
Para comprender el texto, extraer la
información y las ideas más importantes, y relacionarlas con las que ya
conocemos, es necesario que antes nos familiaricemos con las técnicas de
lectura comprensiva.
Pasos a seguir
Se proponen cinco
pasos en la lectura de cualquier texto:
1. Explorar
2. Preguntar
3. Leer
4. Responder
5. Repasar
- Explorar
Consiste en saber
de qué va el texto antes de ponernos a trabajar en él. Es un primer
acercamiento, sin detenernos en profundidad. Buscamos de un vistazo los
contenidos que ya conocemos.
Haz una primera
lectura rápida para coger una pequeña idea de que va. A veces basta con atender
al índice general y al encabezamiento.
La clave:
El título y el subtítulo son elementos que suelen
pasarse por alto. Ellos engloban la
esencia de la idea que se nos quiere transmitir.
2. Preguntar
En esta fase, con nuestro propio vocabulario,
nos plantearemos una serie de preguntas previas para saber si se han
comprendido los conceptos fundamentales del texto. Podemos transformar en
preguntas los encabezamientos y títulos.
3. Leer
En base a las preguntas que hemos formulado
realizamos una nueva lectura o lectura general. Para esta fase necesitaremos
toda nuestra atención y concentración.
Lee ideas, no palabras. Esta lectura se hará en base a nuestro propio
ritmo: ya habrá tiempo de mejorar nuestra velocidad lectora.
La
clave: En esta fase puedes recurrir al diccionario, realizar anotaciones al
margen o subrayar lo que te parezca
importante.
4. Responder
Una vez terminada la lectura analítica
anterior, pasa a contestar las preguntas que te planteabas y, si es necesario,
hazte alguna pregunta más específica, concreta o puntual sobre el texto y su
contenido.
En este punto entra en juego la memorización.
Ella también forma parte de nuestra capacidad comprensiva.
La
clave: Sólo ahora descubrirás si las preguntas estaban bien formuladas. Éste es
el momento de modificar alguna de ellas.
Repasar
Consiste en una lectura rápida para revisar
el texto, o tema, leído y para completar aquellos aspectos que no han quedado
claros. Puede bastar con una lectura rápida de revisión, la realización de
esquemas o resúmenes.
La
clave: Realizar un nuevo repaso al cabo de 24 horas es una garantía definitiva
de comprensión.
tema del 3 de abril de 2019
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